Un pastor para obtener una palabra del Señor, abría su Biblia, cerraba los ojos y señalaba con el dedo un verso al azar. Según lo que salía, así predicaba.
Un día, durante la celebración de una boda en su parroquia, llegó el momento en que tenía que darles una palabra bíblica a los recién casados. Entonces como siempre, cerró los ojos, abrió su Biblia, y señaló un versículo al azar. Luego abriendo los ojos dijo en voz alta:
"¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!"
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